A veces tu hijo pronuncia palabras en las que cambia un sonido por otro, no dice la erre o no dice algunos sonidos directamente. Te preguntas si es normal y la verdad es que no hay una respuesta universal. En realidad, depende y vamos a ver de qué depende.

Edad en que el niño pronuncia palabras bien

La edad es un indicador fundamental para saber si un niño pronuncia lo que debe. Para ello, normalmente se toma en cuenta el porcentaje de niños de su edad que ya deben pronunciar un fonema determinado. Por eso, puede ser normal que tu hijo no diga la erre con 4 años, pero es necesario tratarlo si continúa sin decirla con 7 años.

Como una imagen vale más que mil palabras, te dejo un gráfico basado en los estudios de Laura Bosch y Franklin Susaníbar para que puedas comprobar fácilmente si tu hijo o tu hija pronuncia palabras como debe o, al contrario, es necesario empezar a trabajar con él o con ella. Ten en cuenta que no solo debes observar si repite bien las palabras que tú le digas, sino si las dice bien de manera espontánea.

pronuncia mal

En el gráfico anterior no he incluido los diptongos. Tampoco he incluido las sílabas inversas, que son aquellas que empiezan por vocal y luego llevan una consonante. Por ejemplo: al, en. Las sílabas mixtas tampoco están presentes. Son las que están formadas por una consonante, una vocal y otra consonante, como por ejemplo: con, pir, tas. Simplemente es una guía general a modo de radiografía rápida. Si bien, si encontramos que un niño tiene dificultad en algún sonido que ya debería dominar, sería necesario comprobar también los diptongos, las sílabas inversas y mixtas cuando proceda.

¿Oye bien? ¿Tiene frenillo lingual?

Imaginemos que viendo el cuadro anterior, has llegado a la conclusión de que tu hija o tu hijo pronuncia palabras mal a su edad. Pues bien, cuando un niño no pronuncia palabras bien es necesario descartar causas anatómicas y fisiológicas en un primer momento.

Un niño o una niña que no oye bien, no va a poder distinguir los sonidos que forman las palabras. Por tanto, no va a aprender los sonidos bien y va a necesitar ayuda.

En ocasiones, la pérdida de audición es temporal, como cuando se dan otitis de repetición. Otras veces, realmente existe un daño en alguna parte del canal de audición y es necesario toman otra serie de medidas. Es el otorrino (ORL) quien debe evaluar a tu hijo o a tu hija y decidir los pasos a seguir.

Otras veces la causa será un frenillo lingual corto el que no permita que el niño no pronuncie bien. O un paladar demasiado alto. O un velo del paladar (también llamado úvula o campanilla) que no funciona como debiera. De nuevo, debe ser el especialista en cuestión (ORL, logopeda) quien evalúe y descarte estas causas si es posible.

En ocasiones la causa puede estar incluso en el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). En este caso, es el neurólogo y el psicólogo quien debe diagnosticarlo.

Otras causas por las que no pronuncia palabras como debe:

A parte de todo lo anterior, podemos encontrarnos con niños que viven entornos donde no reciben estimulación suficiente para poder hablar. O que con un dos años de edad continúan comiendo purés y alimentos triturados como parte exclusiva de su dieta. O encontramos con que llevan el chupete puesto la mayor parte del tiempo. En este caso, la intervención pasará también por controlar estos aspectos.

No pronuncia palabras bien, ¿cómo le enseño?

Una vez que se ha descartado todo lo anterior, solo queda pensar en que el niño pronuncia palabras mal o no habla porque tenga algún tipo de dificultad. Puede ser porque no distinga un sonido de otro aunque oiga bien. O porque no sepa coordinar bien lengua y labios o dónde colocarlos para emitir un sonido determinado.

Esto se conoce como trastorno de los sonidos del habla, lo que antes se llamaba dislalias. Sin embargo, luego cada niña y cada niño es diferente: les motivan cosas distintas, su personalidad es distinta y probablemente sea difícil que coincidan en sonidos afectados. Por ello los logopedas preferimos trabajar individualmente o en grupos pequeños, de 3 niños como máximo. De esta manera podemos personalizar el tratamiento y acelerar el avance.

Y como madre o padre, ¿qué puedes hacer? En principio acudir a un/a logopeda. Una vez comenzado el tratamiento, seguramente llegue un punto en que puedas reforzar a tu hijo o hija en casa. La propia logopeda te lo pedirá para poder generalizar lo que va a aprendiendo con ella o con él.

Es importante resaltar que aún así, cada niño tiene su ritmo de aprendizaje. Es posible que a veces parezca que no avanzan o incluso es posible que retrocedan. Sin embargo, llega un día en que todo el trabajo hecho sale. Cuando están preparados es cuando surge por fin el aprendizaje.

Sobre los ejercicios de soplo, lengua y labios

No hace mucho los logopedas incluíamos ejercicios de boca, lengua, labios y soplo para ayudar a los niños a decir los sonidos que les costaban. Estos ejercicios son conocidos como praxias orales o ejercicios logocinéticos. Sin embargo, no te esfuerces en aprender estas palabras:

según los últimos estudios no está demostrada su eficacia en el tratamiento de los trastornos de los sonidos del habla.

Cualquier logopeda actualizada dará entonces más importancia a que el niño o la niña distinga los sonidos que confunde o sustituye. También enseñará al niño cómo colocar y mover la lengua y los labios para emitir los sonidos correspondientes. Además, utilizará técnicas que le ayuden a integrar ese sonido en las distintas palabras tanto al principio, como en el medio o al final. Del mismo modo, actuará con las sílabas: efectivamente, puede pasar que un niño diga un sonido aislado pero sea incapaz de incluirlo dentro de una palabra o si está en una sílaba trabada, por poner un ejemplo.

En definitiva, ya sabes cómo actuar si sospechas que tu hijo pronuncia palabras mal. Recuerda que si necesitas que te oriente y quieres salir de dudas rápidamente puedes contactar conmigo aquí.

Referencias

Bosch, Laura. (2003). Evaluación fonológica del habla infantil. Barcelona: Masson

Susanibar, Franklin & Condori, Oscar & Chocano, Alejandro. (2013). Adquisición fonética-fonológica – Phonetics-phonologicalacquisition. Vol. 1(1). 19-36.

Ygual-Fernández, Amparo & Cervera-Mérida, José F. (2016). Eficacia de los programas de ejercicios de motricidad oral para el tratamiento logopédico de las dificultades de habla. Rev. Neurol. 2016; 62 (Supl. 1): S59-S64

Foto:  Ben White en Unsplash

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