El aprendizaje de la lectura en personas con síndrome de Down es de ayer, como quien dice. Durante gran parte del siglo pasado, nadie pensaba que los niños con síndrome de Down pudieran leer. Es más, ¿para qué iba a querer leer un niño que sufría de mongolismo, como se le llamaba antes? Se les aislaba, se les escondía y, desde luego, no se les veía como a niños con el mismo derecho que los demás, ¡incluido el derecho a jugar! Así que digamos que no hace mucho que confiamos en que pueden leer e incluso conseguir otros retos como participar en deportes de alto nivel, independizarse o incluso terminar un ciclo de estudios.

Tengo que decir que este iba a ser un solo artículo pero he encontrado tanta evidencia interesante sobre las nuevas tecnologías y el aprendizaje de la lectura en personas con síndrome de Down, que me temo que este tema da para una segunda parte que publicaré próximamente.

Pero, ¿cuándo debe empezar a leer un niño con síndrome de Down?

Te respondo con otra pregunta: ¿cuándo debe empezar a leer un niño sin síndrome de Down? En realidad, la lectura puede empezar muchísimo antes de que el niño sepa lo que es una letra. Existen toneladas de investigaciones que nos dicen que, cuando leemos a los niños, estamos «fabricando» futuros lectores. Y esto es así tanto para los niños sin síndrome de Down como para los niños con síndrome de Down. Así que, si no lo haces ya, léele cuentos a tu hija o a tu hijo.

«Ya, ya», me dirás, «pero eso no vale, yo lo que quiero saber es la edad, ¿debe empezar a la misma edad que el resto de los niños? ¿Debe empezar más tarde?» Sí, a eso también doy una respuesta concreta: es posible que te sorprenda saber que se recomienda muy y mucho empezar antes que el resto de sus compañeros. Si te estás echando las manos a la cabeza pensando en que puede ser contraproducente, que así le estamos forzando a leer y que no respetamos su ritmo, te puedo decir que muchos estudios demuestran lo contrario.

Podemos empezar alrededor de los 3 o 4 años a estimular su aprendizaje de la lectura, al igual que estimulamos el resto de las áreas de su vida, como el lenguaje, el equilibrio o la motricidad fina. Es decir, como sabemos que seguramente le cueste más que al resto de sus compañeros, le vamos animando y trabajando todo lo que es necesario para que aprenda a leer. De hecho, existen métodos de lectura como el método Troncoso o el método Pipe, editado por CEPE, que ni siquiera exigen que comprendan cada tarea de nuevo, porque se basan en la actividades con las mismas instrucciones, donde varían los objetivos a conseguir simplemente.

¿Esto significa que un adolescente con síndrome de Down no puede aprender a leer? En absoluto. Se ha visto que es muy posible que algunas personas con síndrome de Down incluso estén más preparados durante la adolescencia que durante la infancia para iniciarse en la lectura o que pueden aprender cuando son adultos. También se ha visto que los niños con síndrome de Down pueden aprender a leer con independencia de su cociente intelectual (CI). Si bien es cierto que en los estudios que he visto, sí existía un CI mínimo que era de 40 puntos.

Victoria Troncoso, una autora muy conocida por elaborar un método de lectoescritura para personas con síndrome de Down, plantea 4 factores que influyen en que un niño o niña con síndrome de Down pueda aprender a leer:

  1. Cómo es el niño o la niña: su personalidad, sus intereses, su inteligencia (de la que hablaremos más adelante).
  2. Cómo le enseñamos: no solo el método, si no los materiales, las actividades, si le resultan motivadoras y si se adaptan a sus necesidades.
  3. El ambiente que le rodea: ¿os ve leer? ¿Tienes ansiedad por que lea y le presionas sin querer?
  4. Lo que damos para leer: ¿tiene dibujos si los necesita? ¿Tiene frases demasiado largas? ¿Qué tipo de letra tiene? ¿Le resulta motivador y está deseando poder leerlo?

Con respecto a este último punto recuerdo una entrevista con la madre de una niña con síndrome de Down. Venía preocupada porque a su hija no le gustaba leer. Sus hermanos leían, sus padres leían y, a pesar de tener un ambiente propicio para ello y saber leer, ella no cogía un libro. La madre le había comprado libros de colecciones juveniles y nada, no había manera. Yo conocía la pasión de su hija por cierta serie adolescente muy de moda, por haber trabajado con ella durante todo el curso. Así que le pregunté: «oye, «¿y has probado a que lea una revista sobre esta serie, que ya sabes que le encanta?» La madre me dijo entre asombrada y asustada que eso no era un libro.

Le confirmé que, efectivamente, no se podía comparar. Pero si queríamos que la niña tomara afición por la lectura, debíamos acercársela con aquello que le resultaba muy atractivo. Una vez tuviera la confianza y la velocidad adecuada para leer libros, seguramente podríamos presentarle alguno y lo acogería de mejor agrado. Lo cierto es que no sé si le gustó la solución o si la puso en práctica, pero lo pongo como ejemplo para que no nos cerremos a formatos como las revistas o los cómics para empezar provocar en los niños ese gusto por la lectura.

¿Cuál es la mejor manera de enseñar la lectura en personas con síndrome de Down?

Para explicar este apartado me voy a basar, como suelo hacer, en lo que nos dice la Ciencia. Y los estudios nos dicen que las personas con síndrome de Down tienen puntos fuertes sobre los que se pueden apoyar y puntos débiles que es necesario conocer para reforzarlos. Como puntos fuertes podemos encontrar:

  • La memoria visual: cómo y qué recuerdan de lo que ven.
  • La percepción visual: cómo interpretan lo que ven, cómo lo ven.
  • El proceso de lectura se ha visto que es independiente del Cociente Intelectual (CI). Esto no es un punto fuerte propio de los niños con síndrome de Down pero lo nombro porque juega claramente a su favor.

Como puntos débiles, debemos saber que nos encontraremos con:

  • La memoria auditiva, es decir, lo que recuerdan de lo que ha oído.
  • El procesamiento auditivo, es decir, si son capaces de comprender todo lo que han escuchado y cómo, explicado a grosso modo.
  • La planificación verbal, es decir, cómo construyen lo que quieren decir en su cabeza. Esto es principalmente importante en la escritura.
  • La atención, que se convierte en un pilar básico para aprender cualquier cosa.

Características de los buenos métodos de lectura para niños con síndrome de Down

Entonces, teniendo todos estos puntos presentes y añadiendo el de la motivación, los métodos de lectura para niños con síndrome de Down que mejor funcionan son lo que se basan en una serie de características:

puntos de metodo perfecto de lectura en personas con sindrome de down

  • Trabajan la comprensión auditiva. Ya que además se ha visto que cuanto mejor comprende el lenguaje un niño o una niña, más posibilidades tiene de aprender a leer bien.
  • Refuerzan la memoria auditiva. Si tienen poca atención y la información auditiva les cuesta, podemos reforzarla. Porque si algo se ha visto, es que los niños con síndrome de Down aprenden muy bien cuando se les refuerza.
  • Incluyen actividades de conciencia fonológica, es decir, la capacidad de distinguir que la p y la m suenan diferente, que pato y perro empiezan por el mismo sonido o que si a cojo le quitas c, queda ojo. Tienes más actividades de conciencia fonológica aquí.
  • Enseñan a identificar las palabras de manera global, es decir, por la forma que tienen, al menos al principio. Explicado rápidamente, es como reconocer la palabra Coca Cola aunque esté escrita en sánscrito. ¡Sus colores y su logo son ya cultura popular!
  • Se apoyan en un gran número de ayudas visuales como dibujos y pictogramas. De este modo y junto con el punto anterior, aprovechamos el buen reconocimiento y memoria visual de las niñas y niños con síndrome de Down.
  • Contengan actividades con las mismas instrucciones. De este modo, facilitamos que los niños puedan trabajar solos sin tener que comprender cada vez qué tienen que hacer.
  • Emplear un gran número de actividades por cada objetivo a conseguir, dentro de cada letra. Así compensamos que les cueste un poco más aprender que a los niños sin síndrome de Down.
  • Utilizar vocabulario y textos cercanos al niño, propios de su vida diaria y su entorno y que sean motivadores en la medida de lo posible.

Por tanto, un buen método de lectoescritura para niños con síndrome de Down debe comenzar por el reconocimiento de palabras primero, tal cual. Después, distinguir los fonemas (sonidos) y jugar con ellos, acompañando también el aprendizaje de cada letra. A esto le sigue la unión de una letra con otra para saber cómo se lee. Y finalmente, lectura de palabras y frases sencillas.

Termino esta parte aquí, no sin antes recordar que podéis contactar conmigo si queréis información sobre cómo podemos enseñar a leer a vuestros hijos e hijas con síndrome de Down o, simplemente, queréis orientaciones al respecto.

Bibliografía

Bello, M.A., Valencia Naranjo, N., Ruiz Cano, J. M., & Sánchez Teruel, D. (2018). Perfil Cognitivo y Psicolinguístico y su Relación con la Lectoescritura en un Preescolar con Síndrome de Down. Revista Iberoamericana De Diagnóstico y Evaluación – e Avaliação Psicológica, 47(2). https://doi.org/10.21865/ridep47.2.09

Troncoso, M. y del Cerro, M. (1998) Síndrome de Down: Lectura y escritura. Masson S.A.

Vived, E.; Atarés, L. y Sánchez, A. (2005). Inicio del aprendizaje lector en niños y niñas con síndrome de Down y otras discapacidades intelectuales. http://sedici.unlp.edu.ar/bitstream/handle/10915/24412/Documento_completo.pdf?sequence=1#:~:text=Los%20ni%C3%B1os%20con%20s%C3%ADndrome%20de%20Down%20de%203%20a%205,aprendizaje%20perceptivo%20de%20palabras%20escritas

Ruíz, E. (2012). Programación educativa para escolares con síndrome de Down. Down21.

Ramírez Salazar, D. A. (2002). Comprensión lectora en adolescentes con síndrome de Down. Revista Educación y Pedagogía, 14(33), 143-158.

Rueda, M.I. (2007). La lectura como instrumento de intervención en el desarrollo cognitivo y lingüístico de los niños con síndrome de Down. En J.-N. García Sánchez (coord.), Dificultades del desarrollo: evaluación e intervención (pp. 119-130). Madrid: Pirámide.

Jadán-Guerrero, J. & Ramos-Galarza, C. (2018). Innovación tecnológica para mejorar los procesos de lectura inicial en estudiantes con Síndrome de Down. Quito: Universidad Tecnológica Indoamérica.

Robles Bello, M. A., & Sánchez-Teruel, D. (2017). Evaluación del potencial del aprendizaje en niños preescolares con síndrome de Down. Cuadernos Hispanoamericanos de Psicología17(1), 29–36. https://doi.org/10.18270/chps..v17i1.2145

Tangarife Chalarca, D., Blanco Palencia, S.M. y Díez Cabrera, G.M. (2016). Tecnologías y metodologías aplicadas en la enseñanza de la lectoescritura a personas con Síndrome de Down. Digital Education Review (29), 264-282.

Santamaría Granados, Luz, & Torres Gutiérrez, Christian Camilo (2013). Ambiente virtual 3D para niños con síndrome de Down para el desarrollo de habilidades de lectura y escritura. Revista Virtual Universidad Católica del Norte,  (40),84-95.[fecha de Consulta 15 de Julio de 2021]. ISSN: 0124-5821. Disponible en:   https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=194229200006

Moni, Karen & Jobling, Anne. (2000). LATCH-ON: A program to develop literacy in young adults with Down syndrome. Journal of Adolescent and Adult Literacy. 44.

Muro, Bárbara & Santana, Pedro & Magaña, Martha. (2012). Developing reading skills in children with Down syndrome through tangible interfaces. 28-34. 10.1145/2382176.2382183.

Imagen: cottonbro en Pexels

¡Quiero enterarme de todo!

Estarás informada de nuevos artículos y novedades muy útiles para ti en cuanto se publiquen. No utilizaré tu email para ningún otro uso y podrás darte de baja con un solo click.

Ya eres parte de Mihijonohabla.com, ¡te doy las gracias y la bienvenida!