Aunque me encantaría decir lo contrario, el bilingüismo en niños con síndrome de Down  se ha estudiado poco. Sin embargo, las familias son conscientes de que vivimos en un mundo cada vez más globalizado, donde idiomas como el inglés se convierten casi en imprescindibles y están presentes en la mayoría de los colegios. Además, no son pocas las familias que deben emigrar a otros países con idiomas distintos al suyo. Por no hablar de España: en nuestro país tenemos regiones bilingües como Cataluña, Galicia o Euskadi donde encontramos el catalán, el gallego o el euskera junto con el español. Ante esta perspectiva, ¿es recomendable que tu hija o tu hijo con síndrome de Down aprenda ambos idiomas?

Cómo es el lenguaje de un niño con síndrome de Down

Vaya por delante que en realidad no existe un lenguaje típico en los niños y niñas con síndrome de Down porque existe muchísima variabilidad. Aunque sí podemos encontrar algunos elementos en común cuando describimos cómo es el lenguaje en los niños con síndrome de Down: suelen tener problemas para articular bien las palabras, para organizar el vocabulario, y les cuesta incluir y utilizar bien los artículos, los morfemas de género y número (los que nos dicen si una palabra es femenina, masculina, singular o plural), y entender frases complejas (Rondal).

Sin embargo, en mi experiencia, suelen buscar la interacción con el otro, ser comunicativos y buscar estrategias para hacerse entender, así como compartir lo que les inquieta y empatizar con las necesidades del otro. No obstante, repito que existe una gran diferencia entre unos niños y otros es difícil generalizar.

Bilingüismo en niños con síndrome de Down

Jean A. Rondal nos habla de personas con síndrome de Down que son capaces de hablar dos y tres idiomas si los han escuchado desde su nacimiento. El grado en que dominan esos idiomas depende, de nuevo, de cada persona debido a la gran variabilidad que encontramos.

Y María José Rabazo, de la Universidad de Extremadura, presenta en una revisión el caso de una chica de 23 años con síndrome de Down. Esta chica era trilingüe en italiano, inglés y francés. Tenía un dominio bueno en italiano, que era su lengua materna y algo menor en los otros dos idiomas. No obstante era capaz de mantener una conversación al teléfono con un hablante inglés e incluso seguir programas y películas en este idioma.

Woll y Grove estudiaron en 1996 el bilingüismo en gemelas monocigóticas con síndrome de Down. Vivían en el Reino Unido pero sus padres eran sordos, con lo cual crecieron en un entorno donde se hablaba tanto inglés como Lengua de Signos. Aunque les costaba construir frases correctas en ambas lenguas, distinguían perfectamente en qué entornos utilizar la Lengua de Signos y en cuáles hablar inglés. Además, iban avanzando en ambas lenguas en aspectos como, por ejemplo, el vocabulario.

También tenemos las conclusiones de la profesora estadounidense Sue Buckeley, que presume de una gran experiencia tanto pedagógica como investigadora con personas con síndrome de Down. Sue Buckeley confirma que ha conocido a bastantes personas con síndrome de Down que hablan de manera fluida dos y tres idiomas, fruto del contacto con familiares y amigos de otros países. Algunas de ellas incluso son capaces de leer y escribir en esos idiomas.

Por otro lado, Edgin y sus colaboradores (2011), comprobaron los efectos que tiene el bilingüismo en niños con síndrome de Down. Tuvieron en cuenta el sexo, inteligencia y nivel socioeconómico. Después, midieron su habilidad en la lengua mayoritaria, la memoria y la función ejecutiva. Y como supongo que esperabas, no encontraron diferencias entre niños monolingües y niños bilingües.

Bilingüismo en niños con síndrome de Down y autismo

Las investigaciones actuales nos muestran que una gran proporción de niños con síndrome de Down cumplen los criterios para considerarse dentro del trastorno del espectro del autismo (TEA). De hecho, el autismo es más frecuente entre las personas con síndrome de Down que en el resto de la población: entre el 5% y el 37% aproximadamente entre los niños con síndrome de Down (Warner) frente al 1% y el 2% de la población general (Zablotsky). Por tanto, sería interesante saber si el bilingüismo en estos niños es apropiado o, por el contrario, debe evitarse para prevenir complicaciones en el lenguaje.

Así que las investigadoras Rebecca Ward y Eirini Sanoudaki decidieron comprobarlo en un estudio con cuatro niños que vivían en entornos donde se hablaba tanto inglés como galés. En resumen, no encontraron grandes diferencias con respecto al desarrollo del lenguaje entre niños con síndrome de Down y autismo y los grupos de control bilingües y monolingües en lo que respecta al inglés. ¿Esto qué implica exactamente? Pues que  es posible tanto que:

  • los niños con síndrome de Down y autismo comprendan dos idiomas.
  • Que esa inmersión en dos idiomas no retrase su adquisición del lenguaje ni les perjudique de otras maneras. Es más, ambas autoras piensan que esa exposición potenció sus habilidades lingüísticas.

Por su parte, Ward y Sanouki defienden que se evalúe a cada niño y cada niña en particular, así como el derecho de las familias a estar informadas y poder decidir sobre su hijo/a. Es decir, el bilingüismo en niños con síndrome de Down y autismo es posible si se les da apoyo y oportunidad y no debemos rechazarlo sin más en base a ideas preconcebidas y mitos.

¿Qué lengua elegir?

Si tu hijo/a es bilingüe o vive en un ambiente bilingüe y tiene síndrome de Down y/o discapacidad intelectual, seguramente te hayas encontrado con profesionales que te instan a hablar en una sola lengua con él/ella. Suelen justificarlo con argumentos como:

Si queréis que vuestro/a hijo/a se adapte a su entorno y no salga perjudicado, deberéis hablarle en el idioma de la mayoría. (Ware et al., 2015 y Bird et al., 2012; Paradis, 2007)

El argumento que hay detrás de esto es que se presupone que cada lengua ocupa un espacio en el cerebro y que, si se aprende una segunda, le resta capacidad a la primera.

Como es de esperar, este consejo genera bastante inquietud entre las familias porque supone renunciar a una parte emocional y cultural de esa familia. Una lengua son mucho más que palabras y esto es algo que en los entornos bilingües se vive. Además, algunas de esas familias pueden no dominar la lengua mayoritaria, con añadimos una dificultad extra.

Pero la logopeda e investigadora canadiense Elizabeth K.R. Bird y sus colaboradores compararon en 2005 los siguientes grupos de niños:

  • 8 niños/as con síndrome de Down bilingües.
  • 14 niños/as con síndrome de Down monolingües.
  • 11 niños/as sin síndrome de Down bilingües.
  • 18 niños/as sin síndrome de Down monolingües.

Comprueban que, efectivamente, los niños y niñas con síndrome de Down tienen dificultades en el lenguaje. Pero los resultados de los niños y niñas con síndrome de Down en su lengua principal son iguales, sean o no bilingües. Y en 2014 volvieron a confirmar que una segunda lengua no es perjudicial en los niños con síndrome de Down. Es decir, los bilingües usaban tan bien como los monolingües la lengua de la mayoría, que en este caso era el inglés.

Según quien la hable

El psicólogo Ignacio Calderón advierte que se deben cumplir dos condiciones para que el aprendizaje de una segunda lengua no perjudique a la primera:

  • Que la persona que les hable en una segunda lengua, solo use esa lengua. Es decir, una persona concreta debe hablar siempre la misma lengua.
  • Nunca exigirle al niño o niña que se exprese en un idioma en concreto.

En el colegio

En el colegio pueden o en casa pueden comenzar el aprendizaje de una segunda lengua. La niña o niño va a seguir aprendiendo y mejorando en el idioma principal siempre y cuando se sigan hablando y trabajando en el colegio y en casa.

Problemas de los niños bilingües con síndrome de Down

Ya hemos hablado de cómo es el lenguaje en los niños con síndrome de Down. Por tanto, podemos predecir fácilmente que tendrán dificultades y retrasos en varios componentes del lenguaje, sobre todo a nivel gramatical. ¿Pero solo en una lengua? No, aparecerán en ambas. Por eso, conociendo los problemas que tendrán en un primer idioma, podemos preparar las estrategias para las dificultades que se encontrarán al aprender el segundo.

También conviene tener en cuenta dos consejos según Buckley:

  • que no existen estudios suficientes sobre el bilingüismo en niños con síndrome de Down severos y, por lo tanto, es necesario vigilar su progreso.
  • que el apoyo lingüístico que se le dé al niño o niña, incluyendo la lectura, se debería concentrar en el idioma principal de la familia, comunidad y escuela.

Conclusiones

Sin duda, creo que está claro que el bilingüismo no suele ser un lastre para los niños y niñas con síndrome de Down, sino más bien al contrario. Cierto es que existen muchas diferencias individuales entre ellos y es necesario ir adaptándonos a lo que cada uno/a necesita. Pero vetar un segundo idioma por miedo a que perjudique el desarrollo del niño con síndrome de Down es, claramente, un error.

Por último, me parece que esta cita de la maestra Elisa Guerra resume muy bien lo que todas las investigaciones nos dicen:

No deberíamos de promover un entorno disminuido o mediocre para los niños con necesidades educativas especiales, con tal de no abrumarlos o presionarlos. Mayores oportunidades y estímulos, en un ambiente cálido, feliz y respetuoso, es precisamente lo que necesitan para alcanzar su potencial.

BIBLIOGRAFÍA

  1. Bird, E. K., Cleave, P., Trudeau, N., Thordardottir, E., Sutton, A., & Thorpe, A. (2005). The language abilities of bilingual children with Down syndrome. American journal of speech-language pathology14(3), 187–199. https://doi.org/10.1044/1058-0360(2005/019)
  2. Bird, E.K., Cleave, P., Trudeau, N., Thordardottir, E., Sutton, A. y Thorpe, A. (2006). Bilingüismo y síndrome de Down. Revista Fundación Iberoamericana Down 21, enero 2006.
  3. Buckley, S. (2002) Can children with Down syndrome learn more than one language? Down Syndrome News and Update, 2(3), 100-102. doi:10.3104/practice.180
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  6. Edgin J. O., Kumar A., Spano G., & Nadel L. (2011). Neuropsychological effects of second language exposure in Down syndrome. Journal of Intellectual Disability Research, 55, 351–356. doi:10.1111/j.1365-2788.2010.01362.x
  7. Guerra, E. (2020, February 11). ¿Perjudica El bilingüismo a los niños con problemas de lenguaje? Educación y Neurodesarrollo. Recuperado el 26 de octubre de 2022 de https://elisaguerra.net/2020/01/24/perjudica-el-bilinguismo-a-los-ninos-con-problemas-de-lenguaje/
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  10. Paradis, J. (2007) Bilingual children with specific language impairment: Theoretical and applied issues. En Applied Psycholinguistics 28 (2007), 551–564. Recuperado el 26 de octubre de 2022 de https://pdfs.semanticscholar.org/5ed8/18774b7bbf69dbc8d2d1925769a72b6ca7a9.pdf
  11. Rabazo-Méndez, María José. & Gómez-Acuñas, Mercedes. (2018). Bilingüismo con discapacidad intelectual. International. En Journal of Developmental and Educational Psychology. Revista INFAD de Psicología, (3), 1, 63-70. DOI: 10.17060/ijodaep.2018.n1.v3.1217.
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  14. Ward, R., y Sanoudaki, E. (2020). Bilingualism in children with a dual diagnosis of Down syndrome and Autism Spectrum Disorder. Clinical Linguistics & Phonetics, 35(7), 663–689. doi:10.1080/02699206.2020.1818288
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  17. Woll B., y Grove N. (1996). On language deficits and modality in children with Down syndrome: A case study of twins bilingual in BSL and English. Journal of Deaf Studies and Deaf Education, 1, 271–278.
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Imagen: RODNAE Productions: https://www.pexels.com/es-es/foto/amor-nina-feliz-sonriente-7403367/

 

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