Hacer un repaso divertido en verano para Infantil, principalmente repasar con 4 y 5 años, parece una odisea. Pero precisamente es a estas edades es probablemente donde más recursos podemos encontrar para repasar sin utilizar (demasiadas) fichas.
Por qué repasar en verano
Estamos en los tiempos de echarse las manos a la cabeza con los deberes. Queremos anularlos y no me extraña: habitualmente suponen un sobreesfuerzo para un niño o una niña que se ha pasado un tercio del día en el colegio. Sin embargo, en el verano no hay colegio y sí muchísimo tiempo libre, sin horarios ni ataduras.
Además, en el verano nuestros hijos suelen conocer otros entornos, tratar con otras personas no tan habituales para ellos, tanto niños como adultos y, por tanto, realizar otras actividades distintas a la rutinarias. Todos estos aspectos nos van a ayudar a encontrar excusas para repasar lo aprendido sin que se den cuenta.
Porque sí, porque aunque los niños son esponjas, si los aprendizajes del curso no se convierten en significativos para ellos, su pequeño, ahorrador y práctico cerebro los eliminará. Por tanto, la vuelta en septiembre puede convertirse en algo desagradable y cuesta arriba. Y no digamos si encima nuestra pequeña o nuestro pequeño va a cambiar de etapa y comenzar Primaria.
Por lo tanto, en un entorno de diversión con su familia, con sus amigos y donde la relajación de horarios es lo más corriente, el cerebro de nuestro/a hijo/a estará más que predispuesto a absorber todo aquello que queramos transmitirles de manera lúdica.
Recursos habituales para repasar en verano
No os descubro nada si os digo que existen ciertos de cuadernillo de repaso de venta tanto en librerías, como en jugueterías, tiendas online y grandes superficies.
Quizá no habías caído en que navegando por la red, también podéis encontrar cientos de cuadernillos de repaso de verano, listos para descargar de manera gratuita. Desde webs muy conocidas por docentes como Orientación en Andújar hasta pequeños blogs de maestros/as que elaboran y ponen a disposición de cualquiera su trabajo.
Igualmente existen aplicaciones para Android e iOS que presumen de lograr este mismo objetivo. A decir verdad, aquí donde me veis, apasionada de la tecnología, no estoy muy a favor de ella en este caso: los niños tienen que experimentar en 4D, no en 2D. Con las apps debes estar muy pendiente si quieres que aprendan. Si no, la mayoría de las veces solucionan las distintas actividades a base de ensayo y error. Pero si estás muy pendiente y les interrumpes el juego para evitar que decidan sin pensar, seguramente ya no les guste tanto jugar con esa app y terminen rechazándola.
Qué hay que repasar en la Etapa de Infantil
El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte da unas guías mínimas a las que las distintas Comunidades Autónomas se pueden acoger y, posteriormente, ampliar con las idiosincrasias de cada una. Los principios generales sobre la Educación Infantil podemos leerlos en el BOE.
Por lo general, normalmente se incide en:
- El cuerpo humano propio y el del otro.
- Educación emocional.
- Lectoescritura.
- Matemáticas.
- Movimiento.
- Ritmo.
- Conocer una lengua extranjera.
La mayoría de los cuadernillos de verano se suelen centrar en lectoescritura y matemáticas. El cuerpo humano es fácil repasarlo con ellos en la vida cotidiana, así como potenciar su movimiento con juegos en la piscina, la playa o el parque. El ritmo y la musicalidad también parece fácil si cantamos y bailamos con ello o cuando disfrutamos de fiestas y/o conciertos al aire libre, bastante habituales en verano.
La educación emocional parece una asignatura pendiente ya que ni los propios adultos solemos conocerla. Por tanto, este trabajo debe empezar por nosotros para poder continuar con ellos.
En cuanto a la lengua extranjera, normalmente es fácil encontrar en los lugares turísticos personas que hablen inglés, que es el idioma más elegido como segunda lengua en los currículos escolares. Si no, dependerá del grado de conocimiento de nosotras, madres y padres o de campamentos de verano en inglés.
¿Cómo hacer un repaso divertido en verano para Infantil?
Y ahora sí, vamos al meollo del asunto. No queremos hacer fichas todos los días, ¡son un rollo! Además, ya tendrán bastantes obligaciones haciendo su cama, poniendo y quitando la mesa, poniendo la lavadora… ¿Cómo hacer que una niña o un niño de 4 a 6 años repase lo aprendido durante el curso, de manera amena y que sea importante y significativo para ella o él?
Juegos de mesa
¿Qué? ¿Juegos de mesa? ¿Te refieres al parchís o a la oca? Pues sí, ese tipo de juegos. Si son juegos con dado, aprenderán la subitización, es decir, a reconocer el número de puntos sin necesidad de contarlos uno a uno. Luego tendrán que contar las casillas. Mientras, también estarán potenciando su atención, la espera de turnos, el conocimiento y el respeto de las reglas del juego y, en el caso del parchís y de la oca, aprender a ganar y a perder. Si sois madres mañosas o padres con tiempo, podéis haceros vuestro propio tablero de la oca en ARASAAC. Por ejemplo, podéis hacer un tablero de la oca con partes del cuerpo humano, con elementos propios de la cultura anglosajona, animales, comidas… Tenéis un universo de posibilidades.
En la misma web, encontráis recursos para crear vuestros propios bingos e, incluso, dominós. En los bingos podéis poner palabras habituales o sílabas sueltas. También podéis poner la grafía de los números que hayan trabajado durante el curso. En cuanto a los dominós, podéis jugar a emparejar sílabas con palabras que empiecen por ella, emparejar grafías de números con número de puntitos, emparejar caras con su emoción correspondiente en forma de pictograma, en palabra o incluso asignar un color a cada una.
¿Y juegos de mesa comerciales? Pues aquí tenemos varias opciones. Por ejemplo, tenemos juegos colaborativos, donde o ganan todos los jugadores o pierden todos.
En esta categoría de juegos colaborativos podemos encontrar El Frutal, de Haba. Es ideal como repaso divertido en verano para Infantil porque abarca un rango de edad de entre 3 y 6 años. Es un juego rápido, de no más de 15 minutos. Además de lo anteriormente dicho, con este juego trabajarán la orientación espaciotemporal y memoria visoespacial (los jugadores tienen que montar un pequeño puzzle) y algunos colores y frutas.
A partir de tres años hasta un amplio rango de edad, encontramos Monster Kit. Tiene 9 modos de juego y puedes jugar en 10 minutos o alargarlo todo lo que quieras. Su creador, Manu Sánchez, pone a nuestra disposición, además, fichas para completar el juego. Con este juego, leerán, escribirán y calcularán sin darse cuenta. Por supuesto, entrenarán la identificación de formas geométricas y colores, la coordinación óculo-manual, la orientación visoespacial y la lateralidad. Es otra joya disponible.
El propio Manu Sánchez nos regala desde su web un juego para aprender inglés en movimiento. Solo hay que descargarlo y ponerlo en práctica.
Repaso en actividades cotidianas
Ya que presumiblemente pasaremos bastante tiempo con nuestros hijos, podemos aprovechar las actividades cotidianas para hacer un repaso divertido en verano para Infantil. Vamos allá:
La lista de la compra
La lista de la compra podemos prepararla en casa. Como aún se estarán iniciando en la lectura, podemos hacer dibujos esquemáticos al lado de cada ítem de la lista. Con esto trabajaremos la atención, la escritura en aquellos que estén comenzando, la memoria visual y auditiva a corto y a largo plazo, y la orientación espacial si es que saben moverse por el super mercado.
Además, al pedir los productos frescos, trabajaremos las formas sociales y la relación con otras personas. No se debe forzar a hablar a aquellos/as niños/as que sean tímidos/as. De hecho, podemos aprovechar para trabajar la emoción de vergüenza: qué es, por qué pasa, cuáles son sus características y cómo manifestar verbalmente que la tenemos. No obstante, simplemente acompañarles y que nos vean, ya constituye un aprendizaje para ellos. Eso sí, siempre podemos ofrecerles terminar una petición que empecemos nosotros, coger el número de turno, etc.
Si vamos a comprar algo suelto en una tienda (un helado, un juguete), siempre podemos pedirles que se informen del precio, que nos ayuden a escoger la moneda adecuada (por lo menos, que identifiquen la cifra) y que paguen ellos/as.
Juegos durante los viajes en coche
El coche puede dar mucho de sí, sobre todo en trayectos largos. Ponerles la tablet es una opción muy socorrida. Sin embargo, durante parte del camino podemos emplear otras herramientas:
- Veo, veo. ¿Puede existir un juego más versátil que este? Porque con este juego se puede trabajar la conciencia fonética (qué palabras empiezan por una determinada letra) si se juega de manera tradicional. Sin embargo, podemos describir el color del objeto, en lugar de nombrar la letra por la que empieza. También podemos utilizar para describir la grafía de los números («es un número con forma de pato»). O la emoción que siento («lo que siento cuando me toca ser el/la encargado/a de la clase»). O describirlo en inglés y que adivinen.
- Canciones que exigen repetición. Seguro que todos conocemos alguna canción donde uno canta y los demás repiten lo que ha cantado. De este modo, estaremos trabajando la memoria auditiva, la estructura de frase, el ritmo y la melodía y la espera de turnos.
- Adivinanzas. La madre y/o el padre serán los que tengan que inventarlas y adaptarlas. Aunque puede que haya algún/a peque espabilado/a que invente las suyas propias, una vez haya comprendido la dinámica del juego. Con este juego estaremos trabajando el pensamiento lógico, la comprensión auditiva, la imaginación y el vocabulario.
Cocinar
Sí, a partir de 3 años no solo pueden cocinar, sino que ellos mismos desearán colaborar cuando te vean en la cocina. Es otra buena idea para un repaso divertido en verano para Infantil. Según su nivel de destreza y su experiencia, tendrás que adaptar más o menos su ayuda. Por ejemplo, a una niña que no maneja nada un cuchillo, tendrás que darle uno que apenas corte con alimentos ya cortados por ti. A un niño que no llegue bien a la sartén o a la encimera, le puedes poner una pequeña silla/taburete/taco o cocinar sobre la mesa de la cocina.
Cocinar es una de las actividades más completas para el aprendizaje de los niños. Y lo mejor es que, muchas veces, se suelen comer lo que cocinan. Así que si metes algún alimento que no les guste mucho, es posible que ahora lo toleren.
En la cocina, algunos podrán empezar a leer la receta. Se trabaja también la secuenciación, porque hay que seguir un paso detrás de otro. También estarán presentes la motricidad fina, la autonomía y habilidades como el reconocimiento de números y su seriación: al pesar ingredientes, contar las cucharadas a echar de algún ingrediente o subir el fuego hasta que marque un número determinado. También se puede trabajar el tiempo y la espera: para esto, son de especial ayuda los relojes de manecillas, porque así ellos pueden ver de manera muy gráfica cómo pasa el tiempo.
Poner la mesa
Colaborar poniendo la mesa es otra actividad básica pero enriquecedora. No solo estaremos potenciando su autonomía, sino que deberán saber cuántos platos, vasos y cubiertos necesitan, qué elementos están presentes en la mesa y cuáles faltan (memoria visual), qué elementos no se pueden poner en la mesa (por ejemplo, una pelota. Trabajamos así la categorización) y, por supuesto, potenciaremos su autoestima cuando lleven esos platos y esos vasos con riesgo de convertirse en añicos si se caen.
Juegos al aire libre
En verano, lo raro es quedarse en casa todos los días. Por tanto, no hay que desaprovechar las múltiples posibilidades que se nos van a presentar.
Por ejemplo, en la playa podemos aprovechar la arena para escribir, contar las olas que vienen, las conchas que encontramos, construir castillos (orientación espacial, medición, formas geométricas) o comprender la importancia de las señales (color de la bandera de la playa).
Si vamos a la montaña, igualmente podremos recoger piedras bonitas y contarlas o construir con ellas, escribir en la tierra, reconocer las distintas especies de árboles, plantas, insectos y otros animales, formas geométricas en las nubes o encontrar pequeños refugios.
En entornos rurales o urbanos, podemos realizar juegos con tizas en el suelo, trabajar la socialización de una manera más fácil (conoceremos a los vecinos de nuestra casa o a las personas del pueblo), reconocer distintos oficios, y en pueblos pequeños, potenciar la autonomía de nuestros hijos e hijas animándoles a que se vayan a explorar otros rincones con personas que no seamos nosotros. Por supuesto, no podemos olvidar los globos de agua. Con ellos, además de tirarlos y trabajar la motricidad gruesa y los reflejos, podemos contarlos y repasar los colores.
Concluyendo
Como veis, en realidad es fácil aprovechar cualquier ocasión hacer un repaso divertido en verano para Infantil. Con estas edades aún necesitan trabajar mucho la autonomía y conocimientos básicos que están adquiriendo mediante el juego y la imitación.
Es importante no agobiarles ni agobiarse. En cuanto ellos perciban que es una carga, dejará de interesarles lo más mínimo y el aprendizaje dejará de ser divertido y significativo para ellos.
Por lo demás, ya sabéis cómo contactarme. ¡Feliz verano!
Imágenes:
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